Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Reyes 11, 4-5

4 El año séptimo, Yehoyadá envió a buscar a los jefes de cien de los
carios y de los corredores, y los hizo venir donde él a la Casa de Yahveh y,
haciendo un pacto con ellos, les hizo prestar juramento y les mostró al hijo
del rey.

5 Luego, les ordenó: «Esto es lo que tenéis que hacer: un tercio de
vosotros, los que entran el sábado, que custodien la casa del rey.

7 Las otras dos partes, todos los que salen el sábado, se quedarán
guardando la Casa de Yahveh, junto al rey.

8 Os pondréis en torno al rey, cada uno con sus armas en la mano.
Todo el que venga contra vuestras filas, morirá. Estaréis junto al rey en sus
idas y venidas.»

9 Los jefes de cien hicieron cuanto les mandó el sacerdote Yehoyadá.
Cada uno tomó sus hombres, los que entraban el sábado y los que salían el
sábado, y vinieron junto al sacerdote Yehoyadá.

10 El sacerdote dio a los jefes de cien las lanzas y escudos del
rey
David que estaban en la Casa de Yahveh.

11 La guardia se apostó cada uno con sus armas en la mano, desde el
lado derecho de la Casa hasta el lado izquierdo, entre el altar y la Casa, para
que rodeasen al rey.

12 Hizo salir entonces al hijo del rey, le puso la diadema y el
Testimonio y le ungió. Batieron palmas y gritaron: «¡Viva el rey!»

13 Oyó Atalía el clamor del pueblo y se acercó al pueblo que estaba
en la Casa de Yahveh.

14 Cuando vio al rey de pie junto a la columna, según la costumbre, y
a los jefes y las trompetas junto al rey, y a todo el pueblo de la tierra lleno


de alegría y tocando las trompetas, rasgó Atalía sus vestidos y
gritó: «

¡Traición, traición!»

15 El sacerdote Yehoyadá dio orden a los jefes de las tropas diciendo:

«Hacedla salir de las filas y el que la siga que sea pasado a espada», porque
dijo el sacerdote: «Que no la maten en la Casa de Yahveh.»

16 Le echaron mano y, cuando llegó a la casa del rey, por el camino
de la Entrada de los Caballos, allí la mataron.

17 Yehoyadá hizo una alianza entre Yahveh, el rey y el pueblo, para
ser pueblo de Yahveh; y entre el rey y el pueblo.

18 Fue todo el pueblo de la tierra al templo de Baal y lo derribó.
Destrozaron sus altares y sus imágenes, y mataron ante los altares a Matán,
sacerdote de Baal. El sacerdote puso centinelas en la Casa de Yahveh,

19 y después tomó a los jefes de cien, a los carios y a la guardia y a
todo el pueblo de la tierra, e hicieron bajar al rey de la Casa de Yahveh y
entraron a la casa del rey por el camino de la guardia, y se sentó en el trono
de los reyes.

20 Todo el pueblo de la tierra estaba contento y la ciudad quedó
tranquila; en cuanto a Atalía, había muerto a espada en la casa del rey.